Las campanas mas viajeras de Chile.
El 8 de diciembre de 1863, un feroz incendio arrasó con el
templo y quitó la vida a cerca de 2 mil fieles que celebraban a la Virgen.
Después de esta tragedia, las campanas fueron trasladadas a Gales para ser
fundidas en los hornos de Swansea, lo que no ocurrió. Finalmente, fueron
donadas a la Iglesia Anglicana de Todos los Santos de Oystermouth.
Para el chileno actual, las tierras de Gales son, en el
mejor de los casos, sinónimo del príncipe Carlos y de galeses famosos como Tom
Jones y Catherine Zeta- Jones. No parece lógico el hecho de que tres campanas
sobrevivientes del pavoroso incendio ocurrido en la iglesia de San Miguel de la
Compañía de Jesús -en el cual murieron más de 1.500 personas- terminaran
instaladas en el templo anglicano de All Saints, en Oystermouth, en los
suburbios de la ciudad de Swansea.
Pocos chilenos saben, también, que allí cada 8 de diciembre "se ofrece una
misa de réquiem por las víctimas del incendio", según nos relata el
párroco de Oystermouth, Keith Evans. Ese día se recuerda en Gales la tragedia
ocurrida en plena fiesta de la Inmaculada Concepción, cuando ardió la iglesia
de la Compañía y murieron cientos de fieles (mujeres, en su gran mayoría), que
no pudieron salir por las escasas vías de escape del templo. Según recuerda
Abdón Cifuentes en sus "Memorias", la propia cúpula y la torre de La
Compañía, con su magnífico reloj y sus enormes campanas, aplastaron a
centenares de víctimas.


Como escribió Neruda:
“Se sabe que el que vuelve no se fue” .
(Neruda Dioses)
La campanas tienen un lenguaje simple
que todos entendemos porque ellas cantan y lloran. La campana es un símbolo del
hombre y la mujer porque nosotros también lloramos y cantamos. Ellas
convocan a la oración y a la alegría y despiden al que parte.
Una campana tiene siempre un alma
religiosa… nos evoca el ritmo de las horas y el pasar del tiempo, nos recuerda
que somos pasajeros y por eso nos hace pregustar la eternidad. En la
escuela, la campana señaló las horas del recreo – “campanita salva”- y nos
volvió a las clases.
Nada hay más romántico y
evocador que el son de las Campanas
“Se sabe que el que vuelve no se fue”.